Seguimos tachando fechas del calendario en la temporada en el que los conjuntos nacionales han tenido el mayor protagonismo de la historia reciente; habiendo jugado el mundial en mitad de La Liga y contando con dos “ventanas FIFA” más a lo largo del curso.
Llegamos al último parón de selecciones con el Athletic en una situación decepcionante para muchos, pero vivo en la dos competiciones que disputaba y bastante cerca de los objetivos marcados en ambas. Si bien los tres años anteriores han sido periodos del “casi”, superar el listón en liga y en copa equivaldría a clasificar a Europa y ganar el título, respectivamente.
De momento, por mucho que a algunos les pueda decepcionar el flojo arranque del 2023 del Athletic en liga, lo cierto es que el equipo se encuentra a cinco puntos del objetivo europeo, siendo la peor noticia que los rivales directos: Villarreal, Betis y Real Sociedad (allá cada uno en su optimismo) no cuentan con el desgaste de la tercera competición al haber sido eliminados de sus respectivas competiciones europeas. Con todo, el equipo donostiarra está realizando la clásica segunda floja vuelta que los caracteriza a las órdenes de Imanol y me van a permitir que desconfíe de la propuesta de Setién, aunque su Villarreal tenga armas más que suficientes para pelear por cotas más altas que la Conference League.
La ironía ha querido que al final, el único equipo del pelotón imaginado en la pelea por Europa al inicio del curso que sigue jugando en dos competiciones sea el Athletic Club (con permiso del Sevilla). Y no nos vengamos abajo con el mal resultado en la ida ante Osasuna, todos habríamos firmado hace medio año jugarnos la final de copa en una vuelta en San Mamés, tras un 1-0 en contra y ante un equipo ajeno al top-6 de la liga. El objetivo de llegar a la final de copa copa por tercera vez en cuatro años está al alcance de la garra zurigorri y es asequible, si salimos a jugar como la ocasión lo merece. Ahora lo que toca a hacer no es llegar a la final, sino ganarla; pero esa es harina de otro costal.
Como se puede apreciar, sensaciones aparte, el Athletic llega al último tercio de la temporada con sus dos objetivos a tiro, siendo que quedan 36 puntos en la competición doméstica y los equipos de Ernesto Valverde suelen hacer un final de temporada muy bueno en resultados. El disputar nuestro título de la temporada pasa por ganar en casa a un Osasuna en horas bajas y el lograrlo puede meter a la plantilla en una espiral ascendente de emociones y resultados.
Quedan 13 o, esperemos, 14 partidos hasta terminar el presente curso. El Athletic tiene en su mano hacer una temporada buena, mala, regular o excelente. Y todo ello pasa por salir a jugar a fútbol. Recordemos la ambición que nos hace grandes y salgamos a jugarnos todo en las 13 finales que nos quedan y, de esta manera, llegaremos a La Cartuja rodados en partidos clave. Llevemos al equipo en volandas hacia los objetivos para que todos podamos celebrarlo dentro de unas semana. Seamos el Athletic, hagamos historia.