Cuando se anunció a Ernesto Valverde como nuevo entrenador, mucha gente empezó a cuestionar si su estilo coincidía con el Rock & Roll que Jon Uriarte había prometido. Las dudas acabaron rápido tras ver que el Athletic no solo ofrecía Rock & Roll en ataque, si no que también lo hacía en defensa. El Txingurri ha conseguido dar eso que le pedía la afición a base de un sistema que rota entre la 4-2-3-1 y la 4-3-3 dependiendo del contexto del partido.
El Athletic puede presumir de tener una de las presiones arriba más efectivas de toda Europa, teniendo a 4 jugadores entre los 5 máximos recuperadores de lo que llevamos de Liga y siendo el equipo que más balones roba en el tercio final del campo rival. En Bilbao lo de robar balones es tendencia, y a nivel europeo los leones son los primeros por delante de Manchester City, Bayern de Múnich, Leeds United y Newcastle United, ahí es nada.
Esta tendencia a presionar constantemente al rival y poner en aprietos a cada jugador se vio más que nunca frente al Villarreal, donde incluso Quique Setién acabó elogiando la actitud sobre el campo de los leones. Dándole valor al fútbol que ejercen los del Txingurri Valverde mediante la presión en el centro del campo y en el tercio final del terreno de juego.
El esfuerzo no se negocia, y recorrer kilómetros de forma efectiva ya se ha convertido en un sello de identidad de este Athletic,. En el fútbol se puede correr mucho, pero si se hace sin sentido no sirve para nada, Ernesto Valverde ha conseguido que la plantilla entienda la idea desde el primer jugador al último y es algo que se ve en todos los partidos. Una idea basada en presionar hombre a hombre, tapar las opciones de pase de la defensa rival e intentar anticiparse a todo lo que hace el otro equipo.
El Athletic ha conseguido instaurar la presión efectiva en su juego, y a esto hay que sumarle que es el tercer equipo que menos faltas concede en La Liga, tan solo Real Betis y Real Madrid cometen menos faltas que los leones. Esta actitud y este estilo de juego han enamorado a San Mamés y la unión entre grada y equipo es más fuerte qué nunca.
El Rock & Roll ha vuelto a Bilbao de mano de Ernesto Valverde, y este retazo táctico es solo un pequeño sello de todo el abanico de conocimientos que tiene el Txingurri.