Yeray Álvarez, el eterno infravalorado, atraviesa un estado de forma impecable en su nuevo desempeño como jefe de la defensa
El zaguero de Barakaldo ha tenido que asumir en el presente curso el papel de líder de la zaga ante el culebrón de Iñigo Martínez. Un rol nuevo para él, pero el cual está solventando a la perfección. Posiblemente, el jugador que mayor rendimiento regular ha mostrado entre los integrantes de la plantilla desde el inicio de temporada, ante el Villarreal volvió a ofrecer una exhibición de lo que ha de hacer un defensa central nato, siendo reconocido por quienes le vieron, bufandas a un lado, como lo que es. Uno de los defensores más en forma del campeonato.
Desde que debutase en el primer equipo como la gran promesa del filial, ha asumido siempre el rol de acompañante del líder de la zaga del Athletic. Primero el de Aymeric Laporte, y después el de Iñigo Martínez tras la marcha del primero. El socio perfecto e indiscutible, solo apartado del ruedo por una dura enfermedad a la que venció con la misma fortaleza con la que lleva defendiendo la zaga rojiblanca durante años.
“Para mí, lo primordial es el Athletic”
No obstante, este papel de actor secundario le ha hecho vivir hasta ahora bajo un segundo plano, alejado del reconocimiento popular, a pesar de su inmaculado desempeño. Ni siquiera por parte de los seleccionadores que han coincidido cronológicamente con él desde su debut, siendo el escalón de jugador internacional un paso pendiente aún para él. O, a lo mejor no. En una reciente entrevista ofrecida a Durangaldeko Telebista, afirmó que el hecho de debutar y consagrarse en el club de sus sueños ha hecho que todas sus aspiraciones y ambiciones futbolísticas hayan sido saciadas, por lo que no piensa en nada más allá que no sea defender el escudo del Athletic.
Sin lugar a dudas, uno de los mayores infravalorados de LaLiga. Tema que suscita incomodidad entre la parroquia bilbaína cuando se contempla la incomprensible indiferencia hacia el barakaldés cuando se enumeran varios de los centrales más competentes del torneo, sin mencionarle siquiera.
Aunque pensándolo fríamente, este hecho juega, incluso, en favor del club. Desde la familia del Athletic, todos son conscientes del diamante en bruto con el que cuentan en la zaga, y la única preocupación ha de ser la de que el propio jugador se sienta valorado por los suyos. Mientras sea así, Yeray será feliz, y continuará rozando la excelencia en el campo, tal y como lo lleva haciendo años, para alegría del Athletic Club.
Imagen principal: Athletic Club