Dos victorias a domicilio para un Athletic en horas bajas y que se encuentra a pocos puntos de la zona noble
Los triunfos ante UDG Tenerife y Valencia suponen tomar aire antes del parón de selecciones. El cuadro de Iraia Iturregi no había empezado nada bien la temporada, porque tras vencer en el debut liguero, se sucedieron cinco encuentros consecutivos son conocer el triunfo. Solo tres puntos y en una situación incómoda de la tabla dejaban dudas en un proyecto en plena reconstrucción. Dos pilares se marcharon en verano dejando todo el peso en una cantera que necesita del tiempo para florecer. Y cuando peor parecían las cosas, el equipo sacó dos victorias de prestigio para situarse en media tabla y mejorar las sensaciones.
Se encendieron las alarmas al ver un inicio tan pobre. Aun así, toca hacer justicia y ver quiénes fueron los rivales a batir: Levante, Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. Cuatro equipos en gran forma que se encuentran en la zona alta de la tabla. Si bien el Athletic dejó mucho que desear, la exigencia era demasiada para un equipo al que le costó afrontar los partidos. Las leonas tampoco fueron capaces de sumar de tres ante el Alavés, y la posición de Iraia Iturregi empezó a ponerse en duda en un fútbol que no entiende de pasado y que no deja respirar.
Por ello, el triunfo en La Palmera cobra mucho más mérito del que se le dio. Una dinámica de lo más negativa y un estadio de lo más complicado para el Athletic. De hecho nunca habían ganado un partido como visitantes ante la UDG Tenerife, por lo que la victoria valió por dos. Un gol en propia meta y otro de la joven Valdezate, que ya se ha ganado el sitio en la zaga, permitió salir con buena nota de la isla tinerfeña. De todas formas las dudas no estaban disipadas en una semana de doble partido.

La visita a Valencia serviría para determinar si el Athletic estaba preparado para competir ante los equipos de ‘su liga’ antes del parón de selecciones, y de nuevo, las cosas salieron rodadas. Esta vez, con el once inicial más joven desde 2010, el equipo se llevó en triunfo de nuevo con un 1-2 gracias a los goles de Clara Pinedo y Paula Arana. Ambas dos jóvenes de Lezama con un potencial enorme y ya con recorrido en el primer equipo.
Y es que a día de hoy, la base del equipo son las jóvenes quienes mejor preparadas están para tirar del carro. Es una apuesta de lo más arriesgada para un equipo en reconstrucción, pero también deja una muestra del talento en las categorías inferiores. Precisamente, Jone Amezaga y Sara Ortega, recientes campeonas del mundo Sub-17, jugaron como titulares nada más regresar de la India. Dos futbolistas llamadas a ser el futuro del ataque bilbaíno de tan solo 17 años.
Por lo que visto lo visto, los dos puntos sirven para llegar sin la bombona de oxígeno al parón, y para dar valía a una joven generación que sigue pisando fuerte. Con un derbi en San Mamés que espera buenas cifras, las malas sensaciones se han disipado, y por fin hay luz al final de un túnel que se veía eterno. Tampoco hace falta ser alarmistas, pero en un año donde las tres secciones femeninas se encuentran en las tres principales categorías, el rendimiento del primer equipo es vital para la supervivencia del alto nivel futbolístico.