Se acabó la pesadilla en Halloween

Por Iker del Hierro Oct 31, 2022
Ignacio Pérez - El Correo

El terrorífico mes de octubre llega a su final. Por fin, termina el periodo de caza de brujas en el que se ha querido poner en tela de juicio la calidad y expectativas de la plantilla. Cierto es que sus integrantes no han hecho méritos para hacer creer que se pueda rendir contra equipos de renombre, pues les ha costado 30 días ganar en un mes de 31 y ha sido por 1-0 ante un rival con el cambio de entrenador más inesperado de los últimos tiempos. La noche de brujas encuentra al equipo bilbaíno sexto a escasos dos puntos de distancia con el tercer clasificado, dejando claro que lo espantoso para el Athletic ha sido el mes de octubre y no su último día.

El conjunto de Ernesto Valverde defendía la tercera plaza y eran cinco los partidos que se debían jugar en el décimo mes: dos en casa contra Atlético y Villarreal y tres a domicilio, en los feudos del Sevilla, Getafe y Barcelona. Además de la enjundia de los equipos involucrados, se sumaban en la pócima del fracaso ingredientes como el mal rendimiento histórico del equipo en los campos a visitar, los fallos individuales impropios de nuestros defensas y una enfermería fantasma, que parecía vaciarse si la mirábamos, pero aparecían jugadores en ella en cuanto nos dábamos la vuelta. Hasta cuatro jugadores se han lesionado en las últimas semanas. Espeluznante. 

Ha querido el fútbol que la pesadilla del Athletic terminase el fin de semana de Halloween, una semana después del descalabro en Barcelona y en un partido que prometía juego vistoso y equipos protagonistas; pero se quedó en un encuentro táctico entre rivales directos que, ya sea por el nuevo entrenador de uno o la necesidad de ganar del otro, tuvo tintes de monólogo local en la segunda parte y sólo la portería visitante aparecerá en los resúmenes.

Valverde sacó su faceta más pragmática y la primera parte fue un duelo de respeto sin muchas ocasiones salvo por alguna arrancada individual, pero con mucho trabajo de pizarra que pareció ganar Setién a los puntos. En el segundo tiempo los groguets se tornaron zombies del pase en horizontal, con posesiones vacías y poca profundidad, marca de su nuevo entrenador; era el momento para que los locales hincaran los colmillos, y los futbolistas del Athletic respondieron. Era ganar o ganar. 

Y se ganó, siendo superior al contrario, aunque el ajustado marcador diera pistas en otra dirección. En el choque ante los de Setién, los leones se conjuraron para hacer un partido serio y, aunque hubiese que esperar casi al minuto sesenta para que Iñaki quitase las telarañas a la portería, se consiguieron los tres puntos ante un rival que queda fuera de Europa por el momento.

De hecho, puede que el mayor de los Williams sea el único (junto con el eterno Yeray) que sale reforzado de la oscura racha de Octubre, al margen de las calabazas que le dio el gol en sendos remates de cabeza frente a Sevilla y Atlético, lo cierto es que se afianza con cinco dianas en lo alto de los goleadores en Bilbao, siendo que todos sus goles de este curso han servido para abrir el marcador, algo nada desdeñable en un equipo al que le venía costando mover su cuenta goleadora.

En cualquier caso, Octubre ha terminado con un triste saldo de cinco puntos sobre quince posibles y ahora quedan dos partidos de liga antes de llegar a la pretemporada in media res por culpa del mundial. Restan seis puntos que van a definir la nota de este inicio de curso del Athletic Club. De conseguir el pleno, se llegaría a 2023 en Europa y con el mejor arranque liguero del siglo XXI en catorce jornadas.

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