El enfrentamiento copero ante el FC Barcelona ha supuesto un pequeño bache en la liga
Tras la derrota en Mestalla, los leones no fueron capaces de sumar de tres en Cádiz, ante un equipo que no conoce la victoria desde el mes de septiembre. En cualquier caso, se palpó desde el pitido inicial la resaca del partido copero y finalmente se consiguió un punto que no es bueno pero tampoco malo. Si no puedes ganar, fundamental no perder.
Un Athletic lejos de su mejor nivel
El encuentro de ayer no se puede entender sin el peaje que supone el partido frente al Barça. Faltó ritmo, continuidad y precisión durante los 90 minutos. El Athletic quiso imponerse mediante las transiciones ofensivas lanzando a Adu Ares y a Iñaki Williams. Pero ni los del centro del campo estuvieron finos para enviar balones a banda, ni los de banda estuvieron acertados para generar ocasiones de peligro. Sólo Adu Ares fue capaz de desarbolar en un par de ocasiones a la defensa local. Destellos de un jugador que necesita seguir cogiendo minutos y, sobre todo, confianza.
Otro partido sin encajar
Ya son diez partidos de liga sin encajar gol. Números que reflejan el buen hacer defensivo (gracias, en parte, a las buenas actuaciones de Simón y Vivian) y el compromiso de todos y cada uno de los jugadores que están sobre el terreno de juego. Valverde ha confeccionado un equipo muy equilibrado, agresivo y con las líneas muy juntas. Además, las transiciones defensivas se realizan increíblemente bien. El éxito del Athletic esta temporada pasa por ser un equipo alegre en ataque pero también serio en defensa.
Un once poco habitual
Era lo que tocaba tras el inmenso esfuerzo del otro día. Sólo cuatro jugadores repitieron de inicio. Pero la sensación de ser igual de competitivos seguía ahí. En cualquier otra temporada, el Athletic hace uso de sólo 14-15 jugadores porque es lo que tiene en plantilla. Sin embargo, esta campaña cuenta con un grupo amplio y variado de jugadores que permite a Valverde hacer rotaciones sin dejar de lado el competir al 100%. Tras el descanso, el Txingurri quiso agitar el partido sacando toda la artillería que tenía en el banquillo. Primero Yuri, Sancet y Jauregizar, unos minutos más tarde Nico Williams y tras este, Guruzeta. Ni siquiera calentaron Muniain y Raúl García, que todos pensábamos que podían partir de inicio. Es un gustazo tener a 20 jugadores fiables en plantilla y gran parte de lo logrado hasta ahora viene de ahí.
Yeray, el mejor fichaje de invierno
Volvió Yeray tras lesionarse aquel 6 de octubre en San Mamés y demostró estar preparado para sumar al equipo. Rápido al corte, contundente en disputas y atento a las coberturas. El de Barakaldo realizó un partido muy completo y despejó cualquier ápice de duda sobre su nivel. La vuelta del central supone un ‘alivio’ para Vivian y Paredes, que hasta ahora lo habían jugado todo y llevaban varias jornadas acumulando cuatro tarjetas amarillas.
Unai Simón y diez más
El guardameta fue el mejor jugador del partido. En un encuentro poco vistoso y donde apenas ocurrieron cosas, Unai hizo dos grandes intervenciones para evitar males mayores, primero una gran parada a una falta botada por Alcaraz y después otra a una volea de Sobrino. Estuvo serio y seguro por alto, aunque con los pies le costó algo más. Si no es el mejor portero de la liga actualmente, cerca estará. Merecimientos ha hecho más que de sobra.
Era partido para el capitán
El desgaste de copa permitía dar oportunidad a los menos habituales. Y así lo hizo Valverde. Sin embargo, durante el transcurso del partido eché en falta la figura de Iker Muniain. En un enfrentamiento con poco ritmo y poca claridad, Muniain podía haber sido un jugador clave para combinar entre líneas. Él interpreta mejor que nadie dónde están los espacios y dónde se puede hacer daño al rival y ayer faltó ese jugador que conectase la base de la jugada con la parcela ofensiva del equipo. Si ayer no tuvo oportunidad, pocas más tendrá en lo que resta de temporada.