La victoria del viernes pasado del Athletic Club ante el Celta sirvió para algo más que para sumar tres puntos y afianzarse en la quinta plaza de la clasificación. Sirvió para darnos cuenta que ha nacido un nuevo goleador en el equipo, Gorka Guruzeta.
El delantero donostiarra, que hizo un doblete ante el equipo vigués para ayudar a ganar el partido, suma ya 6 tantos en las 13 jornadas que llevamos de Liga. Y es que Guruzeta, además de aprovechar bien su valía para meter goles, hace un gran aporte al equipo, ayudando a distribuir el juego, jugando de espaldas, bajando balones ante los centrales rivales y, por supuesto, adelantándose a la defensa rival para marcar el gol, como hizo por ejemplo en el primer gol que metió ante el Celta de Vigo tras asistencia de Nico Williams.
El delantero guipuzcoano, que llegó en 2014 a Lezama en edad juvenil procedente del Antiguoko, actualmente equipo convenido del Athletic Club, no lo ha tenido tan fácil para poder llegar a triunfar en el primer equipo como lo está haciendo esta temporada, y sólo hay que ver sus números. Guruzeta no ha sido un gran goleador desde su llegada a Lezama. Y es que, mirando su trayectoria en las categorías inferiores, tenemos que remitirnos hasta la temporada 2017-18 donde alcanzó una cifra de 18 goles en 39 partidos disputados con el Bilbao Athletic en Segunda División B. Precisamente esa gran temporada goleadora fue lo que hizo que Eduardo Berizzo, entrenador del primer equipo durante la siguiente campaña, confiara en él y le hiciera debutar en el partido que se disputó en San Mamés ante la SD Huesca.
Meses después y ya con Gaizka Garitano de entrenador del primer equipo, tras la destitución de Berizzo dados los malos resultados, el delantero donostiarra anotó su primer tanto con la zamarra rojiblanca en una enucuentro de Copa del Rey ante el Sevilla, gol que sirvió para conseguir la victoria pero no la clasificación a la siguiente ronda. Tras la poca participación con el primer equipo, bajó al Bilbao Athletic durante el tramo final de la temporada. Sin embargo, en el mes de abril sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior en su rodilla derecha que le apartó de los terrenos de juego durante siete meses. Tras su recuperación, siguió jugando con el filial rojiblanco.
Ya en septiembre de 2020 se anunció que firmaba por tres temporadas con el CE Sabadell, donde no tuvo una gran trayectoria pero si la atención del que sería su próximo destino, la SD Amorebieta, que esa misma temporada ascendería a Segunda División por primera en su historia. Ya con los azules, pese a no conseguir el objetivo de mantenerse en la división de plata, el delantero donostiarra conseguiría una gran cifra goleadora (13 goles en 37 partidos) que le harían volver al Athletic tras dos temporadas fuera del club. En sus dos primeras temporadas tras su vuelta a Bilbao suma un total de 12 goles, esta misma 23/24 igualando la cifra de la temporada pasada tan sólo en el tercio de lo que llevamos de competición liguera.
Por lo tanto, como se suele decir, hay delantero para rato.