En la galaxia Galarreta

Por La zurda de Koikili Sep 18, 2023

Con su regreso al Athletic Club el eibarrés Iñigo Ruiz de Galarreta disfruta de una segunda juventud liderando en la medular

En 2016, tras un debut prometedor y tres cesiones, Iñigo Ruiz de Galarreta se desvinculaba del Athletic para poner rumbo al Numancia. Tenía 23 años. Seguía siendo un niño. Pero esa maldita rotura en el ligamento cruzado de la rodilla le privó de continuidad. Once años después, ese centrocampista volvía a jugar con el equipo de sus sueños. El club de su corazón. Detrás, cuatro equipos, dos años muy buenos en Mallorca, y la misma cara de niño. Porque hay cosas que no cambian, y cuando un futbolista es bueno, lo sigue siendo, tenga la edad que tenga. Así lo ha demostrado Galarreta con un impacto inmediato en la plantilla de Ernesto Valverde. En su particular galaxia, el centrocampista de Eibar ve otro fútbol. Uno del que el Athletic se está nutriendo en un inicio de temporada esperanzador.

No cabe duda de que ‘Galaxy’ se ha convertido en un jugador vital para el equipo. Y es verdad que las afirmaciones pueden ser a veces muy osadas, pero esta vez hay motivos de sobra para confirmarlo. La irrupción de Galarreta ha dotado al equipo de sobriedad y de oxígeno en la circulación. No solo eso, de sus dotes defensivos han salido recuperaciones (ya son 28 en cinco partidos) y apenas perdidas. Por no hablar de la calidad en sus acciones. Ante el Cadiz el Athletic lo volvió a notar, pero ese partido no fue excepción. Incluso en los peores momentos de los leones ante Mallorca y Real Madrid, la presencia de Galarreta fue pilar para sostener al equipo. Un jugador de la casa, que incluso se ha bajado el sueldo para volver, y que ha llegado a coste cero. Una gestión sobresaliente en la que todos los activos del club salen ganando. Si no que se lo preguntes a Javier Aguirre, que siempre se ha deshecho en elogios sobre el eibarrés.

Fuente: Getty Images

Precisamente era un perfil necesario en ese rocoso doble pivote que tanto practicaba Marcelino. Incluso Valverde tiró de él. Tampoco era suficiente la presencia de Sancet en la posición de ocho ni el estado físico de Ander Herrera, que no le permitía tener continuidad en la posición. Es aquí cuando la llegada de Galarreta se entiende como un fichaje a corto y medio plazo. A sus 30 años, ha adquirido la madurez para adaptarse sin problemas en su vuelta a casa. Mientras la cantera produce talentos, Iñigo es el puente perfecto en ese cambio generacional que prometía la entidad. Y todo ello en cinco partidos. Cinco partidos que nos han permitido disfrutar de un Athletic al que teníamos ganas de reconocer. Y más cuando el calendario permite sumar de tres. Así lo dice la tabla y el rendimiento de un Galarreta que ha demostrado que las segundas oportunidades valen oro.

Ejemplo de cantera. Muchos como él se perdieron por el camino. Los Iñigo Vicente y Aketxe, ahora en Segunda, son una muestra de ello. Allí también vaga un Vencedor que ya se apunta una asistencia en el Eibar de Joseba Etxeberria. Misma ciudad que vio nacer a un Galarreta que por fin ha logrado asentarse. En ese impás de uno y la confirmación de otro, residen las leyes del fútbol, siempre impredecibles a los ojos de nosotros, los mortales. Caso similar al de Guruzeta, que volvió tras un periplo en el barro para sumar ya nueve goles en dos temporadas. Porque el Athletic no hace prisioneros. A pesar de que muchos lo vean como una “limitación”, lo de fichar en casa también supone una oportunidad. Una forma de encontrar a los tuyos, de contar con ellos las veces que sean, y es obvio que puede salir rana, pero por casos como Galarreta, como en Lezama en ningún sitio. Y lo acreditan los onces de Valverde.

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